Se crea la mesa nacional y el observatorio de la sostenibilidad del regadío.
La mesa promoverá la cooperación, consulta, análisis e intercambio de información para facilitar la gobernanza y el desarrollo eficiente de la política de regadíos en España.
El observatorio proporcionará información objetiva y relevante en materia de regadíos en beneficio de productores, organizaciones del sector y administraciones.
El Consejo de Ministros ha aprobado recientemente, a propuesta del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, un real decreto por el que se crean la Mesa Nacional del Regadío y el Observatorio de la Sostenibilidad del Regadío.
Con la creación de esta mesa se cumple el compromiso del Gobierno con la Unión Europea de establecer, por primera vez, un mecanismo reglado de gobernanza del regadío en España, recogido en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
En este marco, el Observatorio se constituye como plataforma digital de apoyo a la mesa y al sector de la agricultura de regadío en España.
Mesa nacional del regadío
En la Mesa Nacional del Regadío participarán todos los agentes interesados del sector: administraciones públicas con competencias en agricultura, comunidades de regantes, organizaciones profesionales agrarias, organismos de investigación y asociaciones de protección del medio ambiente, entre otros.
También estarán presentes las administraciones públicas responsables de la gestión del agua y de evaluación ambiental, dada la importancia fundamental de estas políticas en la gestión de los regadíos.
Tiene como finalidad promover y facilitar la cooperación, consulta, análisis e intercambio de información entre las administraciones públicas y el resto de las partes interesadas, para facilitar la gobernanza y el desarrollo eficiente de la política de regadíos en España. Asimismo, tendrá en cuenta singularmente los requisitos medioambientales de aplicación.
Foro de comunicación, análisis y debate
Esta mesa se encargará, entre otras cuestiones, de actuar como foro de comunicación, análisis y debate de los aspectos relativos a la sostenibilidad económica, social y ambiental de los regadíos en España; realizar propuestas para incrementar la eficiencia energética, el ahorro de agua y la digitalización de las explotaciones agrícolas e informar sobre planes de inversión y normativa en materia de regadíos.
Además, contribuirá a la coordinación de la política de regadíos y de la política de gestión del agua, y propondrá y fomentará medidas para la prevención o control de los impactos ambientales derivados de las actuaciones en materia de regadíos, así como el diseño de buenas prácticas agrícolas con este mismo fin.
Observatorio de la sostenibilidad del regadío
Por su parte, la creación del Observatorio de la Sostenibilidad del Regadío nace con la finalidad de proporcionar información objetiva y relevante en materia de regadíos en beneficio de productores, organizaciones del sector y administraciones.
Asimismo, informará sobre la evolución de los principales indicadores relativos a la sostenibilidad económica, social y medioambiental de la agricultura de regadío en España, para contribuir a la transparencia y la confianza de la sociedad en general sobre este sector. El observatorio tendrá una página web propia, que gestionará el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
El regadío en España
En el análisis sobre el sector del regadío en España, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) considera que la agricultura de regadío es una herramienta imprescindible para combatir la despoblación de las zonas rurales, ya que la disponibilidad de agua para riego modifica sustancialmente las posibilidades de desarrollo de una zona. Por lo que considera al regadío como un sector estratégico en nuestro país y su contribución es fundamental para garantizar alimentos suficientes y sanos a la población, en unas condiciones climáticas de irregularidad en la distribución de lluvias, agravadas por el cambio climático.
Si bien el agua es un recurso básico para los distintos sectores económicos, para la agricultura adquiere especial importancia, y más en climas como el mediterráneo, donde su baja disponibilidad condiciona las producciones agrarias. En España, existe una tradición histórica en el aprovechamiento y gestión del agua para el regadío, siendo este uno de los elementos fundamentales de nuestra agricultura, y haciendo que la actividad agraria en España no se pueda concebir sin el regadío.
Según los últimos datos de la Encuesta sobre Superficies y Rendimientos de Cultivos (ESYRCE) del MAPA, en el año 2021 se regaron en España 3.862.811 ha de un total de 16.902.423 hectáreas cultivadas, lo que supone un 22,85 % de la superficie total cultivada; mientras tanto, las producciones obtenidas del regadío supusieron un 65% de la producción final vegetal, siendo estas producciones fundamentales para el sector agroalimentario español.
Esta superficie de regadío coloca a España como el primer país en superficie de regadío de la Unión Europea y el primer país a nivel mundial en superficie de riego localizado, debido a que el 52,69% de la superficie total regada se lleva a cabo por este tipo de sistemas, mientras que a nivel mundial, solamente un 6% de la superficie total regable cuenta con sistemas de riego localizado.
Por su parte, el riego por aspersión está presente en el 14,84% de la superficie regada y la automotriz en el 8,41% de la misma. Esta evolución hacia sistemas de riego más eficientes ha tenido lugar tras los grandes planes de modernización de regadíos, llevados a cabo desde el MAPA en los últimos 20 años, que han tenido como consecuencia la disminución de la importancia del riego por gravedad, hasta suponer actualmente un 24,06% de la superficie regada de nuestro país.
La modernización de los regadíos es el mejor aliado para hacer posible que la agricultura tenga un papel activo en la reducción de los Gases de Efecto Invernadero (GEI).
Cabe recordar que los planes de modernización más importantes en los últimos años han sido fundamentalmente el Plan Nacional de Regadíos Horizonte 2008” (2002-2008), aprobado mediante el Real Decreto 329/2002, de 5 de abril, y teniendo por finalización del horizonte de programación el 31 de diciembre de 2008, y el comúnmente conocido como “Plan de Choque” (2006-2007), aprobado por Real Decreto 287/2006, de 10 de marzo, por el que se regulan las obras urgentes de mejora y consolidación de regadíos, con objeto de obtener un adecuado ahorro de agua que palie los daños producidos por la sequía.
Con la ejecución de ambos planes se modernizaron en España 1,5 millones de hectáreas y se transformaron 200.000 hectáreas más. La inversión pública ascendió a 3.000 millones de euros en actuaciones de modernización y aproximadamente 850 millones de euros en actuaciones de transformación. Con esta mejora de las infraestructuras de riego, se ha logrado modernizar el 76% de la superficie de regadío de nuestro país, lo que ha supuesto un ahorro de agua anual de 3.000 hm³, según datos del Plan Nacional Horizonte 2008.
El resultado de estos grandes planes se han traducido en áreas de riego más tecnificadas, en las que se han incorporado nuevas tecnologías, resultando así unos regadíos más preparados para los desafíos del futuro. Desde un punto de vista medioambiental son regadíos más sostenibles por cuanto utilizan menos agua, fertilizantes y fitosanitarios. La modernización de los regadíos es el mejor aliado para hacer posible que la agricultura tenga un papel activo en la reducción de los Gases de Efecto Invernadero (GEI).
Fuente: Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación