Un estudio de la USAL explica el origen de la salinidad de un ecosistema único.
Las lagunas de Villafáfila (Zamora) son uno de los espacios naturales más interesantes de Castilla y León debido a distintos factores, tales como, la presencia de una de las colonias de avutardas más densamente pobladas del mundo y que es una reconocida zona de invernada de Ansares comunes. Esto le ha valido a este ecosistema estar protegido por distintas figuras medioambientales.
Esta Reserva Natural es una Zona de Interés Comunitario de la Unión Europea, una Zona de Especial protección de Aves (ZEPA), y forma parte de los humedales españoles del acuerdo RAMSAR, encargado de la protección de dichos espacios. En el año 2006, se declaró Reserva Natural, pasando este importante ecosistema a integrarse en la Red de Espacios Naturales de Castilla y León, y el 14 de septiembre de 2015 se declaró ZEC (Zona de Especial Conservación)
El agua salobre de estas lagunas es una de las principales características de este ecosistema. Esta zona esteparia tuvo también importancia económica desde la Edad del Bronce hasta la Edad Media porque se obtenía sal evaporando agua de pozos excavados en la zona de las lagunas y calentándola en vasijas de barro sobre el fuego hasta que se evaporase y repitiendo este proceso hasta formar bloques de sal.
Una de las principales incógnitas que existían sobre estas lagunas era saber por qué sus aguas tenían esa marcada salinidad y cuál era su origen, ya que en la zona de Villafáfila no aparecen rocas que puedan aportar sales.
Aguas subterráneas
Un estudio de la Universidad de Salamanca dirigido por el profesor del Departamento de Geología Pedro Huerta Hurtado y publicado recientemente en la revista “Science of the Total Environment” ha permitido conocer que la salinidad de las lagunas procede de la descarga de aguas subterráneas profundas.
Estas aguas subterráneas han tenido un recorrido de unos 175 km desde la Zona Cantábrica hasta Villafáfila, circulando por el gran sistema acuífero de la Cuenca del Duero desde hace más de 20.000 años. Aunque en buena medida el agua de las lagunas es agua de lluvia, la adición de una pequeña, pero continua cantidad de agua salobre y la evaporación durante el verano les confiere un carácter salino.
Estas aguas salinas, tan antiguas y de tan largo recorrido, deberían descargar lentamente en el río Duero, pero el presente estudio ha descubierto la causa de que afloren en la zona de Villafáfila. Una elevación de la base del acuífero (basamento), obliga a las aguas subterráneas a descargar antes de llegar al Duero. Eso va a ser la causa también de que exista el río Salado desde Villarrín de Campos hasta su conexión con el río Valderaduey haciendo honor a su nombre, explicó Huerta Hurtado a Comunicación USAL.
Bajo las lagunas de Villafáfila existe una salmuera de aguas con una concentración ligeramente inferior a la del mar. Esta salmuera se explotó desde la Edad del Bronce hasta la Edad Media y fue una de las principales fuentes de sal del oeste castellano.
Lagunas de Villafáfila (Wikipedia/CC)
Para conocer más su valor medioambiental
La Reserva de las Lagunas de Villafáfila tiene una extensión de más de 32.000 hectáreas y engloba once términos municipales: Cañizo, Cerecinos de Campos, Manganeses de la Lampreana, Revellinos, San Agustín del Pozo, San Martín de Valderaduey, Tapioles, Villafáfila, Villalba de la Lampreada, Villárdiga y Villarrín de Campos.
Se trata de un espacio natural único y de extraordinario valor a nivel mundial. La situación geográfica en la que se encuentran las convierten en un punto medio extratégico de las rutas migratorias de cientos de especies avícolas que migran desde toda Europa hasta Doñana, Norte de África y las grandes zonas costeras de Mauritania.
En el año 2006, se declaró Reserva Natural, pasando este importante ecosistema a integrarse en la Red de Espacios Naturales de Castilla y León, y el 14 de septiembre de 2015 se declaró ZEC (Zona de Especial Conservación).
La especie principal que podemos encontrar en este humedal es el ánsar común, conocido en Zamora como ‘pata grande’, pudiéndose concentrar al año hasta 20.000 ejemplares, además de grullas, ánade real o azulón, pato cuchara, focha, garza real, etc.
Junto a esta gran variedad de aves asociadas al agua convive además una comunidad de aves diferente, colonizadora de los grandes espacios abiertos y secos, la avutarda, Otis tarda, que mantiene aquí la mayor población del mundo. Todo ello hace de este humedal, un lugar ideal para los amantes de la naturaleza por su valor ornitológico y paisajístico.
Las máximas concentraciones de avifauna se alcanzan entre noviembre y febrero y la mayor diversidad entre abril y junio. Los mejores momentos para la observación son el mediodía y el atardecer cuando las aves entran en las lagunas para sestear y dormir.
Durante 2021 se contabilizaron más de 160.000 aves migratorias en Castilla y León, pertenecientes a 81 especies acuáticas. Entre las más abundantes destaca el ánade azulón con 62.015 ejemplares, el cuchara común con 10.842, el ánsar común con 10.033 y la avefría europea con 7.936.
La Casa del Parque ‘El Palomar’, creada en 1995, se encuentra en la carretera que une Villafáfila con Tapioles. El edificio, que en su aspecto externo reproduce un palomar, en su interior dispone de recursos expositivos y audiovisuales para informar de las características de la Reserva y su riqueza ecológica.
Su visita es una de las primeras cosas que se deben hacer para quiénes se acerquen a conocer el parque y avistar a las aves que habitan en él. Esta visita permite al visitante conocer, respetar y valorar la riqueza medioambiental de este lugar, sin olvidar su aspecto cultural, patrimonial y natural que aglutina el conjunto de la Reserva Natural de las Lagunas de Villafáfila.
Sugerencia: El día 2 de febrero se celebra en todo el mundo el Día Internacional de los Humedales. Por este motivo, desde la Casa del Parque se organizan anualmente diferentes actividades para dar a conocer la importancia internacional de estas lagunas y las principales especies de aves que han dado fama a esta Reserva Natural.
Para apuntarse a las actividades y para más información, pueden ponerse en contacto con la Casa del Parque en el teléfono 980 58 60 46 o en el correo-e: cp.villafafila@patrimonionatural.org
Fuentes:
www.patrimonionatural.org
www.usal.es