Playas, paisajes protegidos, museos, gastronomía o rutas turísticas por la ciudad.
Lisboa y sus alrededores son idóneos para disfrutar en cualquier época del año, sobre todo en verano, ya que la capital portuguesa ofrece innumerables oportunidades de ocio y cultura, además de rincones singulares llenos de encanto y una gastronomía única.
La capital portuguesa ofrece a cada visitante un mundo de posibilidades por descubrir, así que no te pierdas estas 10 razones para viajar a la ciudad y sus inmediaciones:
1. La playa se convierte siempre en el mejor destino en esta época del año y la región de Lisboa cuenta con extensas playas para disfrutar del sol y la arena. Uno de los lugares más característicos es la línea de Cascais, marcada por numerosas playas como la Playa do Guincho o la Playa da Duquesa. A solo 15 kilómetros de Lisboa, en Almada, se encuentra la Costa da Caparica, con magníficas playas donde practicar deporte náuticos.
2. Entre las construcciones arquitectónicas que todo visitante ha de anotar en su lista de “lugares que visitar”, no pueden faltar el Monasterio de los Jerónimos, considerado por muchos como la joya del estilo manuelino y uno de los monumentos más importantes e icónicos de Portugal junto a la Torre de Belém, ubicada en la desembocadura del río Tajo. Ambas fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1983.
Además, los amantes del arte pueden acudir a museos que albergan todo tipo de disciplinas, desde el Museu Nacional de Arte Antiga, que acoge pinturas, colecciones de dibujo y grabado, esculturas y artes decorativas; hasta el Museo de Carruajes, considerada la mejor galería de carruajes y carrozas antiguas, con piezas que datan de entre los siglos XVII y XIX. Asimismo, el Museo Nacional del Azulejo y el Museo del Fado contienen dos de las manifestaciones artísticas más representativas de la ciudad.
3. Para los amantes del paisaje, la región de Lisboa cuenta con los mejores parques y áreas naturales, con excepcional variedad de fauna y flora, constituyendo lugares privilegiados de descanso, deporte y ocio. Entre ellos, destacan el Parque Natural de Arrábida y el Parque Natural de Sintra-Cascais, donde se encuentra el Cabo da Roca, el punto más occidental de Europa y uno de los entornos más sobrecogedores de las proximidades de Lisboa por sus imponentes acantilados.
4. Quienes prefieran descubrir el lado más campestre de la región, pueden acudir a la Reserva Natural del Estuario del Tajo, el mayor estuario de Europa Occidental. Este lugar es muy significativo para las aves migratorias que quieran hacer un alto en el camino. Peces, moluscos y crustáceos encuentran aquí su hábitat ideal.
5. Para disfrutar de un día de shopping, uno de los sitios más destacados es el barrio de Baixa, una zona comercial muy singular con tiendas centenarias y pintorescas. Por otro lado, en el barrio de Chiado se encuentra una oferta más glamurosa y diversificada, con tiendas de diseño y librerías.
Aquellos que opten por ir en busca de grandes marcas internacionales, la Avenida da Liberdade es la mejor opción para salir de compras. Por el contrario, para los que busquen prendas y otros artículos de diseño alternativo, Barrio Alto es el lugar adecuado. En esta zona se encuentran gran cantidad de tiendas de ropa de diseñadores nacionales, comercios de segunda mano y tiendas de decoración, diseño o música.
6. La vida nocturna de Lisboa se caracteriza por sus discotecas, bares y pubs. Entre ellos, Barrio Alto es una de las principales zonas para la marcha nocturna por su amplio abanico de posibilidades. El buen ambiente de esta zona se extiende también a los barrios de Chiado, Bica o Príncipe Real.
Otra de las zonas cargadas de ritmo es el eje ribereño, donde destaca la Avenida 24 de Julho y la zona del barrio de Santos, recientemente convertido en el epicentro del diseño, ya que es frecuentado por artistas, diseñadores y arquitectos. En este lugar tienen su ubicación algunos de los establecimientos nocturnos más representativos de la noche.
7. En cuanto a la gastronomía, el vino portugués es uno de los imprescindibles para acompañar una buena comida. El pescado y el marisco, así como la confitería conventual, tienen una importancia fundamental en la historia de la alimentación lisboeta.
8. Aquellos que viajan con toda la familia encontrarán en Lisboa numerosas razones para elegirla como su ciudad vacacional. Los más pequeños disfrutarán como auténticos caballeros en el Castillo de San Jorge, donde se puede llegar a través del Tranvía 28, que constituye en sí mismo toda una experiencia. El centro de interpretación Lisboa Story Centre, ubicado en la Plaza del Comercio, también encantará a los niños, que realizarán un viaje a través del tiempo de una forma totalmente educativa.
El Oceanário de Lisboa también es otro de los lugares de obligada visita en un viaje familiar. Se trata del segundo acuario más grande de Europa, situado en el Parque de las Naciones, en el Pabellón Atlántico. Acoge cientos de especies como tiburones, rayas, mantas y peces tropicales.
9. La ubicación de Lisboa, sobre siete colinas, le permite contar con numerosos miradores o miradouros en portugués, desde donde apreciar las imágenes más espectaculares de la ciudad. Algunos de los más destacados son el Mirador de San Pedro de Alcantára, en el Jardín de San Pedro de Alcántara (Barrio Alto); el romántico Mirador de Santa Luzía, adosado a la iglesia del mismo nombre en Alfama; el Mirador de Graça, es el preferido de los más jóvenes; y, entre muchos otros, el que se sitúa en lo alto del Arco de Rua Augusta.
10. Lisboa también regala al visitante rutas muy variadas para conocer la ciudad por los barrios de Chiado o el de Cais do Sodré. Otra de las rutas es la de Estrela-Prazeres-Alcântara- Docas o Mouraria-Castelo-Alfama. La zona de Belém merece una mención especial, ya que reúne un conjunto de monumentos y centros culturales de gran calidad.
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