El vertido continuado de nutrientes agrícolas causa principal de la mortandad masiva de la fauna.

El Instituto Español de Oceanografía (IEO) ha publicado un nuevo informe científico que señala los vertidos de las actividades agrícolas como causantes de la mortalidad masiva de fauna en el Mar Menor. Aunque se ha debatido mucho sobre las posibles causas de esta catástrofe ambiental, los seis autores del estudio descartan que la temperatura del agua provocara el episodio extremo en la laguna situada en la región de Murcia.

  • La entrada de nitrógeno y fósforo de la agricultura intensiva y otras actividades humanas en el entorno de la albufera provocaron un afloramiento masivo de fitoplancton iniciado en torno a la rambla del Albujón.
  • El exceso de fitoplancton ha limitado la entrada de luz y afectado tanto a la fotosíntesis como a la disponibilidad de oxígeno disuelto hasta niveles próximos a la hipoxia.
  • El informe subraya que el episodio extremo de este verano -uno más desde la ‘sopa verde’ de 2016- muestra que el ecosistema lagunar ha perdido su capacidad de autorregulación.
  • En un verano más fresco de lo habitual en el Mar Menor, los científicos descartan la temperatura del agua como desencadenante de la mortalidad masiva de peces y otras especies acuáticas.
  • Los autores ven factible la recuperación del ecosistema si se ataja la entrada de nutrientes y se preservan características básicas como la salinidad, que se vería afectada por la eventual apertura de golas hacia el Mediterráneo.

El informe del Instituto Español de Oceanografía (IEO, CSIC) ‒organismo dependiente del Ministerio de Ciencia e Innovación‒, elaborado a solicitud del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) a raíz del último episodio de mortandad masiva de especies acuáticas en el Mar Menor, señala a la incesante entrada de fertilizantes a la laguna procedentes de la agricultura intensiva y otras actividades humanas en el entorno ribereño como causa principal del mismo.

El estudio, que actualiza el exhaustivo informe previo realizado por el IEO en julio de 2020, corrobora el papel determinante del aporte de nutrientes y materia orgánica como motor de eutrofización de la albufera. El exceso de fitoplancton ocasionado por esta dinámica ha limitado la entrada de luz y afectado tanto a la fotosíntesis como a la disponibilidad de oxígeno disuelto hasta niveles próximos a la hipoxia.

Los autores señalan que el evento extremo de este verano -uno más desde la ‘sopa verde’ de 2016- muestra que el ecosistema lagunar ha perdido su capacidad de autorregulación. No obstante, ven factible su recuperación siempre que se ataje el problema de los vertidos y se preserven características esenciales como la salinidad, que se vería afectada por la apertura de golas o canales de comunicación con el Mediterráneo.

Eutrofización

El informe «Nuevo evento de mortalidad masiva de organismos marinos en el Mar Menor: contexto y factores«, lo firman seis autores del IEO y se basa en los datos obtenidos en el programa de monitorización de la laguna que mantiene el instituto y en resultados de diversos proyectos de investigación. El análisis aporta evidencias de que este evento de mortalidad está ligado estrechamente con el proceso de eutrofización responsable de la degradación de la laguna salada.

La eutrofización es un fenómeno por el cual los nutrientes aportados por la agricultura, especialmente por la actividad intensiva, provocan un crecimiento anormal de algas en el medio acuático. La saturación de algas provoca que se reduzca el oxígeno disponible en el agua ahogando, literalmente a la fauna.

La proliferación de fitoplancton registrada en la albufera tuvo lugar a principios del verano en las inmediaciones de la rambla del Albujón -señala el estudio-, importante punto de entrada de aguas altamente contaminadas por fertilizantes y otros compuestos. El bloom -afloramiento- continuó creciendo durante los meses de julio y agosto, y se extendió por la zona centro y sur de la laguna, donde la renovación del agua es menor, provocando turbidez extrema y reducción severa de la luz disponible para la fotosíntesis “hasta niveles totalmente críticos para la supervivencia de la vegetación del fondo”.

Si la situación persiste, advierten los científicos, la vegetación bentónica podría morir y agravar la crisis ambiental. Ponen como ejemplo la zona sur de la laguna, donde la pradera de alga Caulerpa prolifera ha desaparecido casi por completo por falta de luz.

Mar Menor con claros síntomas de eutrofización
Mar Menor con claros síntomas de eutrofización como el crecimiento masivo de algas verdes filamentosas. Foto: EA

Pérdida de oxígeno

Del mismo modo, el exceso de fitoplancton ha introducido en el sistema grandes cantidades de materia orgánica cuya descomposición explica la merma de oxígeno disuelto en el agua a lo largo del mes de agosto hasta niveles próximos a la hipoxia. Los valores alcanzados, aunque no tan bajos como en el episodio de anoxia de 2019, son inferiores a los registrados históricamente en el Mar Menor y a lo considerado estresante o incluso letal para muchas especies marinas.

Aunque las observaciones efectuadas a principios de septiembre sugieren una mejora en la oxigenación de la laguna, puede tratarse de algo transitorio debido al cambio de régimen local de vientos, señalan los autores. La saturación de materia orgánica y la turbidez persisten, incluso extendidas a la zona norte, por lo que el riesgo de nuevos cuadros de hipoxia y anoxia subsiste también.

Entre sus conclusiones, el estudio del IEO no ha encontrado evidencia alguna de que la temperatura estival haya sido el factor desencadenante de este nuevo episodio de mortalidad de organismos marinos. De hecho, en lo que va de 2021 la temperatura de la albufera ha sido inferior a la media de años anteriores.

Anular vertidos en origen

El informe recuerda el profundo deterioro que ha experimentado el ecosistema del Mar Menor a partir de 2016, y las graves presiones ambientales que sufre, derivadas no solo de los vertidos de la agricultura intensiva en el área del Campo de Cartagena, sino también de la llegada de contaminantes químicos-mineros, de obras y desarrollos urbanísticos en esta zona del litoral murciano.

No obstante, los investigadores consideran que la recuperación, aunque compleja, sería factible si se cortara la entrada de nutrientes a la laguna a través de vertidos, como se ha comprobado en otros ecosistemas costeros sometidos a agresiones similares en diferentes partes del mundo.

Igualmente, consideran crucial no seguir alterando las condiciones ambientales clave que determinan la resiliencia del ecosistema lagunar y sus propiedades ecosistémicas básicas, como la salinidad, de la que depende en gran medida su funcionamiento biológico y la singularidad de su biodiversidad. En este sentido, recuerdan que la salinidad media de la laguna va en aumento desde el verano de 2020 y, de seguir así, podría recuperar sus valores normales en verano de 2022.

Siempre -señalan los investigadores del IEO- que no sucedan lluvias torrenciales u otros fenómenos climatológicos extremos, ni intervenciones humanas como “apertura de canales de comunicación con el Mediterráneo o golas”.

Los últimos sucesos ocurridos en el Mar Menor y la confusión sobre sus causas reflejan también las deficiencias de los actuales sistemas de monitorización de la laguna. Estos deben ser mejorados y actualizados para detectar este tipo de eventos y su origen de forma inequívoca, fiable y transparente, concluyen.

El informe completo puede descargarse aquí.

Fuente: Miteco

Documentación

El Mar Menor es una laguna salada situada en el sudeste de la Región de Murcia, en el Levante español. Forma parte de la unidad geográfica del Campo de Cartagena, cuya porción occidental es el Campo del Mar Menor, extensa llanura cuaternaria salpicada de pequeños cabezos montañosos’ y surcada por potentes ramblas que desaguan a la laguna (Albujón, Beal, Carrasquilla).

Las lagunas costeras son uno de los hábitas prioritarios para la Unión Europea y uno de los principales hábitats en espacios protegidos de la Red Natura 2000 como el Mar menor (acoge el 40% de la superficie total del hábitat en España), Doñana (28%) y la Albufera de Valencia (20 %).

El Mar Menor, como la mayor laguna salada del litoral mediterráneo español, ha estado y está considerada como un recurso económico de máxima importancia, y una de las principales señas naturales de identidad del litoral murciano. Como tal, ha sido centro y motor de actividades productivas y de recreo con una importante repercusión en la economía local y regional.

Al este de la laguna se encuentra La Manga, cordón arenoso que la separa del Mediterráneo, con una longitud de 24 Km y una anchura máxima de 900 m. La comunicación entre el Mar Menor y el Mediterráneo se produce a través de canales someros o golas. Los fondos de la laguna se encuentran cubiertos principalmente por praderas de algas (Caulerpa prolifera) y fanerógamas marinas (Cymodocea nodosa). La primera especie se encuentra en expansión, desplazando a la segunda y colonizando los escasos parches de fondo arenoso.

A pesar de los impactos y transformaciones sufridos histórica y recientemente -por la agricultura, minería, pesca, turismo, etc.-, el Mar Menor sigue albergando especies, hábitats y paisajes de alto interés ecológico, en muchos casos asociados a actividades tradicionales compatibles con su existencia.

Los valores naturales de estos sectores, y en particular sus poblaciones de aves acuáticas, califican al Mar Menor como un humedal de importancia internacional, reconocida entre otros trabajos por el Inventario Nacional de Humedales elaborado por encargo del MOPU y por diversos listados de arcas de importancia para las aves, como el de ICBP-IWRB-2.

El Mar Menor fue declarado en 1994 Humedal de Importancia Internacional según la Convención Ramsar de protección de los Humedales. Es también LIC por la directiva de Hábitats, ZEPA por la directiva de Aves y además fue designado zona ZEPIM (Zona Especialmente Protegida de Importancia para el Mediterráneo) por el Convenio de Barcelona para la Protección del Mar Mediterráneo de la Contaminación.

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