Es el «hammam» o baño público más antiguo y completo de España. Una joya única de arquitectura balnearia andalusí, declarada Bien de interés Cultural.

El Bañuelo es uno de los edificios emblemáticos del legado monumental de Granada, ciudad Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Construido en el siglo XI, durante la época del rey zirí Badis, se encuentra en la Carrera del Darro, a los pies de la Alhambra, y se considera un ejemplo del refinamiento de la arquitectura balnearia andalusí con sus arcos y celosías, dedicada al culto naturista del agua.

Conocido como Baño del Nogal (Hammam al Yawza) o de los Axares, haciendo alusión al nombre que tenía el barrio cuando se construyó, fue muy elogiado por los poetas musulmanes, tanto por su clima como por los bellos edificios que en él se edificaron, siendo sus límites el puente del Cadí, la puerta de Guadix (situada al final del Paseo de los Tristes) y la calle de San Juan de los Reyes.

Según estudios urbanísticos y arqueológicos referidos a los baños públicos en Al-Ándalus, ésta joya cultural, formaba parte de la Mezquita del Nogal y sus columnas y capitales, fueron recuperados de las ruinas de edificios visigóticos y romanos, e incluso, de los restos del palacio de los Califas de Córdoba, Medina Al-Zahara. También qué esclavos abrían los cristales de las aberturas en la cúpula, para liberar el vapor cuando la temperatura del interior se hacía excesiva para los bañistas.

El agua se canalizaba por tubos compuestos de segmentos encajados, hechos de barro cocido hacia las salas cálidas, templadas y frías del hammam, entre las cuales pasaban los bañistas siguiendo el modelo de las termas romanas.

Los baños árabes solían tener de tres a cuatro salas siendo las más elementales:

  • Al-bayt al maslaj: vestíbulo o zaguán.Lugar de descanso.
  • Al-bayt al barid: recibían las toallas y sandalias de madera.
  • Al-bayt al wastani: sala templada.
  • Al-bayt al sajun: sala caliente.

Para aislar convenientemente el interior del exterior, se empleaban gruesos muros de argamasa (cal grasa con arena y pequeñas piedras) sobre los que se levantaban las bóvedas de piedra o ladrillo con lumbreras -lucernarios, claraboyas- octogonales o estrellados para permitir la entrada de la luz, salida de vapores y aligerar de peso la bóveda.

Los muros se revestían de estuco y se pintaban, Las conducciones para el agua y las salidas de humo se realizaban con tubos de cerámica (atanores) unidos por sus extremos.

En 1927 el Bañuelo fue reconstruido por el arquitecto Leopoldo Torres Balbás y se abrió al público. Por sus características arquitectónicas propias del islamismo medieval -es el mejor conservado de los baños árabes del siglo XI- está considerado como un interesante edificio muy visitado de Granada.

Baños árabes

Para el poeta I. Zamrak, los baños proliferaron en todo el territorio de Al-Andalus, no sólo en los núcleos urbanos, sino también en las áreas rurales -grandes o pequeñas- de lo cual se deduce la importancia que para los musulmanes andalusíes tenía el agua que, en el caso del baño, tenía un doble objetivo: limpieza corporal y espiritual siguiendo los preceptos coránicos.

Aparte de los privados, el hammam (baño) era un edificio público, cívico, al que los habitantes del barrio acudían al baño para lavarse, recibir masajes, además de servir como lugar de encuentro. Había un horario distinto para hombres y para las mujeres, éstas abandonaban el hogar para asistir una o dos veces al mes a los baños donde se reunían para conversar y se acicalaban. Pasta depilatoria, alheña (henna) aceite de violetas, perfume de almizcle y jazmín jabón arcilloso para el cabello, etc. constituían un auténtico arsenal cosmético para el cuidado y la belleza de la mujer andalusí.

Hoy, los baños árabes se consideran una herencia patrimonial de Al-Ándalus, pujante civilización con personalidad propia, situada en tierra de encuentros, mezcla de culturas y fecundos mestizajes. Su importancia en la vida social y económica andalusí fue tan grande, que Sherezade, la princesa de las Mil y una Noches, llegó que a decir que una ciudad no estaba completa si no tenía su «hammam«.

Así, encontramos otros baños públicos en Granada y no solo en el recinto de la Alhambra: Baños del Polinario (actualmente acoge el Museo de Angel Barrios) en la Calle Real y el de la Plaza de Armas, a los pies de la Torre de la Vela; restos de baños hay también en la Calle del Agua, en el Albaycín, la Casa de las Tumbas y el Colegio de las Mercedarias.

Los «hammam» o baños árabes están declarados por Real Orden de 30/11/1918 Monumento Arquitectónico Artístico, tiene en la actual legislación (Ley del Patrimonio Histórico Español de 1985) la consideración de Bien de Interés Cultural, lo cual implica una especial tutela y protección.

 

Glosario de términos Árabes:

  • Al-hámma, baño termal natural.
  • Al-hammám, baño usual de vapor.
  • Al-bayt al maslag, vestíbulo.
  • Al-bayt al barid, recibidor donde se entregan las toallas.
  • Al-bayt al westani, sala templada.
  • Al-bayt al sagun, sala caliente.
  • Alcazaba, al-qasbah, recinto fortificado.
  • Aljibe al- yubb, pozo.
  • Albayzin, agua.
  • Almunia al-munya, huerto, granja.
  • Ataurique, at-tauriq, ornamentación árabe de tipo vegetal.
  • Bañuelo, hammam al yawza.
  • Hammam, baño.
  • Haram, sala principal de la mezquita.
  • Kohol, antimonio utilizado como cosmético para realzar la mirada.
  • Madraza al-madrasa, escuela musulmana de estudios.
  • Maristan, hospital árabe.
  • Medina, al-madinat, centro urbano de una ciudad musulmana.
  • Mocárabe al-muqarbas, labor formada por la combinación geométrica de prismas acoplados; se usa como adorno de bóvedas.
  • Qanat, conducción subterránea del agua.
  • Sebka, motivo ornamental almohade que imita a una red o enjambre.
  • Taha taa, comarca, distrito.
  • Taifa, cada uno de los reinos en los que se dividió al Andalus, al disolverse el califato.
  • Wali, vali, gobernador de una provincia en el estado musulmán.
  • Zahoya, escuela de teología y mística.