La exposición se completa con un libro que evoca la necesidad de un desarrollo más respetuoso para la preservación de nuestros patrimonios culturales y naturales.
A través de una veintena de fotografías tomadas en todo el mundo, Olivier Barbarouz, antiguo oceanógrafo del IFREMER, evoca los instantes de la vida de las mujeres ejerciendo una actividad de pequeña pesca para que sus familias puedan vivir.
El libro «Las mujeres y los mares» que describe 3 retratos de mujeres, dos pescadoras y una ostricultora en Aquitania, acompaña a la exposición y comenta que en Europa también la pesca está caracterizada para una gran diversidad de oficios, sobre todo de pesca de bajura. Así en Francia, las embarcaciones de menos de 12 metros representan el 75 % de la flota pesquera. Asimismo, las que están en Aquitania o en otras regiones del mundo, a veces aisladas y lejos de toda modernidad, aportan a pesar de medios modestos, sus contribuciones al mantenimiento de una actividad alimenticia indispensable para la consolidación de las poblaciones locales en sus territorios.
Como testimonio estas pescadoras, las salineras que jardinean las marismas a lo largo de las costas vietnamitas, las vendedoras de pescado en Martinica, en Corea del Sur o en Madagascar, o incluso las que trabajan en Bretaña, guardianas del saber hacer en la confección de las redes de pesca.
Organizan la exposición «Las mujeres y los mares” el Museo del Mar de Biarritz y el IFREMER, con el apoyo del Consejo Regional de Aquitania, el Consejo General de los Pirineos Atlánticos así como el CLPMEM de Ciboure, con la finalidad de rendir homenaje a estas mujeres de todas las procedencias que, generación tras generación, perpetúan unas tradiciones muy valiosas en el respecto a los recursos naturales y la transmisión de su oficio, que necesita del ingenio, habilidad y paciencia. En este contexto, tuvo lugar la presentación de un segundo Libro sobre «L´Adour, el arte de vivir y la transmisión de conocimientos», coordinado por IFREMER en colaboración con los pescadores profesionales en el estuario del L´Adour, el Museo del Mar de Biarritz, el Museo de Port de Lanne, el Consejo General de Pirineos Atlánticos, el Consejo Regional de Aquitania y NASF.
Artes de pesca en el Museo del Mar
La primera planta del Museo del Mar está dedicada a comprender mejor lo que fueron y son actualmente, las técnicas y la economía de la pesca, así como la vida de los explotadores del mar. Vitrinas y carteles sobre la «Caza de la ballena«, la «Pesca de la sardina«, y etnología marina regional además de una sala de pescadores y audiovisual interactivo.
Una serie de maquetas de barcos de pesca de San Juan de Luz, muestran al visitante cómo la arquitectura naval ha seguido una evolución de técnicas y métodos de pesca practicadas en Francia. Además dispone de una vitrina y un diorama dedicado a la pesca del atún que es tradicional para los vascos y un audiovisual interactivo «Pescas del Atlántico». Cabe recordar que la pesca ha formado parte de la vida de la gente de Biarritz durante mucho tiempo. Incluso Pesca a pie, pesca de la sardina y pequeña pesca artesana, les ha permitido vivir por lo que la población está muy anclada en sus tradiciones.
En el Museo del Mar, se encuentran multitud de objetos testigos de estas actividades. Por supuesto, artefactos de pesca, el pikarchu (ancla), fisga (arpón) para diferentes usos, pero también maquetas, grabados, fotos, ropas y muchos utensilios de la vida cotidiana, testigos de un modo de vida pasado.
Grabados y Carteles en el Museo del Mar
Entre los grabados destaca el que hace referencia a la pesca de la sardina y las mujeres portando esta mercancía sobre sus moños cestos planos y anchos, así como un segundo cesto que llevan bajo el brazo. Estas bravas pescadoras recorrían todo Biarrritz para vender la pesca del día gritando: «¡Sardina fresca¡ !Anchoa frescue¡». Además de la exposición y publicación del libro «Las mujeres y los mares», durante el recorrido por el Museo, el visitante toma contacto con la historia de los baños de mar en Biarritz a través de carteles y documentos que evocan las virtudes terapéuticas de la balneoterapia y la Talasoterapia, así como la figura de «Los guías bañistas», algunos de los cuales llegaron a ser auténticos héroes.
Nacido en 1933 de los vientos de modernismo científico que soplaban por aquel entonces, el Museo del Mar está situado al borde del mar, sobre la Roca de la Virgen, y es propiedad de la villa de Biarritz y de los biarrotas. Fue renovado en 1992 conservando su original arquitectura Art Déco, y está dotado de equipamientos museísticos y acuarios modernos.